Librando, parte 1
En esta ocasión traigo un par de jornadas, con dos días de diferencia entre ellas, en los regulados de León con condicionantes muy parecidos (bajón de caudal y día soleado) con resultados bastante parecidos y que publicaré por separado.
La primera transcurrió en un día bastante frío, muy soleado, ventoso y con una bajada de caudal reciente. El cóctel era el ideal para no ver una sola trucha en todo el día, y a punto estuvo de ser así.
Con el frío matutino era impensable la actividad arriba así que puse las ninfas y prospecté todas las corrientes propicias que pude. No hacía falta mucho peso y la sensación de que las ninfas iban por donde pescan era constante, pero nada, únicamente una que me entro aguas abajo y que apenas duró unos segundo prendida.
Ya eran sobre las 12:30-13:00, y viendo como, pese al viento, empezaban a volar insectos por el río, y ya cansado de no tocar nada, me fui a una de las tablas donde no suele fallar la actividad arriba con esperanzas de ver alguna trucha dispuesta. Aguanté casi una hora, la superficie del agua rizada por el viento y la menguante aparición de betidos no me daba mucha esperanza así que fui a comer algo para ir después a otra zona aguas abajo.
Primera hora de la tarde y parecía que el viento bajaba un poco el pistón. El sol calentaba y algo de mosca se veía pero la actividad arriba era inexistente. Volví a las ninfas y en el primer lance bajo unas ramas clave una bastante guapa que perdí entre las algas. Me pillo en Babia, sinceramente. Seguí pescando los escasos 100 m de aguas movidas con paciencia, y algo más concentrado, y al menos conseguí levantar del fondo a este par librando el bolo sobre la bocina.
— ATENCIÓN: El artículo pertenece al BLOG de «Fly Spirit Blog» —